Espero

Miro el reloj de nuevo esperando a que la hora llegue. Sigo esperándote, esperando una respuesta.

Espero a la hora en que todo termine y empiece la hora del final.  ¿Sabes? ¿Sabes todo lo que he pasado para estar contigo? Porque yo quiero saber todo lo que has pasado para estar conmigo.

Miro el reloj de nuevo para ver si la manecilla a cambiado. Me pregunto si es que llegarás, me cuestionó lo tonto que fui por creerte.  Ilusionarme, pensar en una vida contigo, un futuro a tu lado. Reinar mi reino dejándolo a tu merced.

Sigo esperando la respuesta a todo, sigo sin actuar,  sigo sin pensar. 

Trato de llamar tu atención,  trato de estar lo más presentable para cuando llegues.

Me preparo, sacudo mi saco y me acomodo el cabello.

El reloj sigue avanzando y yo no pierdo la esperanza de que llegues en ese tren.

Sigue girando las manecilla, ya no se cuantas veces he visto girar el minutero, cuantas vueltas dio el segundero.

Por que yo no quiero perder mi esperanza en ti.

Te espero sentado en la esquina del último asiento de la estación. Donde te vi por primera vez, antes de conocerte en aquella fiesta.

No contestas mis mensajes,  no me llamas, tal vez estés muerto y yo sigo como tonto esperando por ti.

He peleado con mis amigos al defenderte, he luchado por ti. La última ocasión con uno de tus amigos no me presentaste, fingisté una falsa sonrisa y dijiste que solo era tu amigo.
En ese momento debí dejarte, dejar lo que algún día fue la sonrisa que me calmo en aquella fiesta de la facultad, la fiesta donde me besaste por primera ocasión y yo te dije que fue mi primer beso. Te reiste y me viste con la misma mirada de la estación que acaba de ver antes de esa fiesta.
Tu tierna sonrisa que me indicaba que todo estaría bien. Aquella dulce sonrisa que terminó en una falsa en la reunión de tus amigos.

Que tonto fui al pensar que te quedarías conmigo, yo creo en los cuentos de hadas y tú en los formatos de ventas.

Me pregunto que pasará ahora,  mis húmedos ojos recuerdan los últimos momentos buenos que vivimos al mojarnos con la lluvia en el mirador de la Latino. Todo parecía en blanco y negro, como en las antiguas películas. ¿Recuerdas cuando vimos esa versión de "Breakfast at Tiffany's" en blanco y negro?
Creo que fue la última vez que tus fuertes brazos rodearon mi cuerpo, el último abrazo como aquel último frío beso en el mirador.

Tan frío como el viento que logra tocar mi piel a través de mi negro saco. Saco que me regalaste en mi cumpleaños. Donde no fueron mis amigas por que estarías tú.

Te esperé hasta que cerraron la estación, nunca llegaste.
Mi teléfono sonó, eran mis amigas,  me estaban buscando. Me recogieron en aquella estación y me llevaron al departamento, en aquel departamento donde tus cosas ya no estaban y solo había una foto rota de nosotros en aquella fiesta de la facultad.

Comentarios

Entradas populares